Experiencias

Vivir viajando: Cómo despertamos de nuestra matrix

¿Alguna vez soñaste con romper las ataduras de la rutina diaria y vivir viajando sin límites? ¿Te preguntaste cómo comenzar este estilo de vida fascinante, incluso con un presupuesto limitado? En esta nota, trataremos de desentrañar todas estas preguntas y más, llevándote hacia el mundo de los nómadas digitales. ¡Prepárate para conocer nuestra experiencia!

Vivir viajando se convirtió en nuestro modo de vida
Vivir viajando: un proyecto de vida.

Vivir viajando ¿Una filosofía de vida? 

Este título es fuerte ¿No? Pero.. ¿Quién no ha soñado alguna vez con vivir viajando, al menos por un tiempo? ¿Quién no se imaginó alguna vez conocer lugares increíbles, paisajes soñados, o costumbres distintas?

Nosotros recurrentemente nos preguntábamos ¿Cómo podemos comenzar? ¿Cuáles son las cuestiones que tenemos que resolver para hacerlo? ¿Será como lo vemos en canales de viajeros de Youtube e Instagram? ¿Por donde empezar? Muchas de estas preguntas serán respondidas aquí.

El camino hacia la transformación no nos resultó fácil, pero hoy se convirtió en nuestra filosofía de vida, nuestro leitmotiv. ¿Qué significa esto? ¿Es suficiente con tener nuestros trabajos en forma remota o hay otras cosas por resolver?

Por más que parezca súper claro, vivir viajando para nosotros es el resultado de un proyecto de vida. Y como cualquier proyecto de vida, tomar decisiones para lograrlo implica también dejar de lado otras alternativas. Todo tiene su precio en esta vida.

Qué implica vivir viajando para nosotros

En nuestro caso, el punto de inflexión fue lograr la independencia con nuestros lugares de trabajo, ya que esto significaba poder trabajar en forma remota. Este pude ser un punto complicado, ya que a veces estas decisiones no dependen exclusivamente de nuestra voluntad y hay que ir acomodándolo con tiempo para llegar a conseguirlo.

Los cambios en la vida social es otra cosa compleja que implicó desapegarnos de algunos hábitos, como comer todos los domingos con nuestras familias o festejar los cumpleaños con seres queridos. También tener alguna rutina con amigos o alguna actividad deportiva o cultural, inevitablemente se ven afectadas. Tienes que estar dispuesto a resignar cosas para ganar otras.

Sumado a lo anterior, decidimos tomar un descanso de convivir con seres vivos que cuidar. Ambos vivimos gran parte de nuestras vidas con perros, y cuando murió el último de nuestros compañeros cuadrúpedos decidimos no traer más a casa porque ya venía gestándose esta idea de viajar sin límites.

También tuvimos que resolver qué hacer con la casa cuando no estuviéramos, ya que vivimos en una vivienda que requiere un mínimo de mantenimiento. El automóvil era otra cuestión parecida. Ni hablar de pensar en la seguridad de las pertenencias que dejábamos en cada viaje.

Como te puedes imaginar, vivir viajando nos obligó a modificar muchos aspectos de nuestras vidas para lograrlo. Para nosotros tener que hacernos responsables de nuestra casa o auto, y pensar en hijos o en perros, significaba una gran restricción. Todo depende de lo que busques, cómo te vayas acomodando y qué decidas resignar para lograrlo.

Cuestionar tu vida para dar el primer paso

A todos nos ha pasado alguna vez tener esa sensación de vivir en la Matrix, donde uno desde que se levanta hasta que se acuesta tiene una rutina (más o menos fija) y donde todo parece ajustarse a un programa de simulación. A veces ni siquiera nos detenemos a cuestionarnos ¿Existe otra vida?

Tomar estas decisiones implican salir de tu zona de confort y eso trae conflictos internos. Por ejemplo, en nuestro país (Argentina) el concepto de familia y amigos está muy arraigado. Las reuniones familiares son tradición.

Pero nosotros, a pesar de ser cercanos a los afectos, necesitábamos algo diferente. Había cosas de la vida cotidiana tradicional que ya no nos conformaban. Tuvimos que poner todo eso en la balanza y decidir, pensando que nos perderíamos de vivir muchos momentos únicos.

Y detrás de este cuestionamiento a la vida cotidiana tradicional, hay varios aspectos por responder. ¿Por qué tengo que ir a una oficina a trabajar? ¿Puedo hacer mi trabajo desde cualquier lugar? ¿Qué lugar ocupa mi actual trabajo en mi vida? ¿Puedo adaptarlo o cambiarlo? Es aquí donde tendrás que poner estas cuestiones en consideración y ver cómo encontrar el equilibrio.

Otras cuestiones. ¿Qué hacer con la casa donde uno vive habitualmente? Nosotros nos encontramos con este dilema ahora mismo, ya que cada vez que viajamos es un gran problema resolver quién vendrá a chequear que esté todo bien mientras nos ausentamos.

Y más cuestiones, si tienes o piensas en tener mascotas. ¿Puedo viajar con ella o me complicará poder hacerlo cuando quiera? Y la más controvertida, los hijos ¿Me atarán a un lugar o buscaré la manera de viajar con ellos? Aquí la cosa se pone más complicada y no hay una solución fácil

Nosotros le dimos muchas vueltas a estas cuestiones antes de tomar las decisiones que nos permitieran dar los siguientes pasos. No es un camino fácil, pero tampoco imposible si uno quiere lograrlo. Al principio pensamos que era una locura, que nos habíamos creído una utopía. Hoy esa utopía es nuestra forma de vida.

Para vivir viajando hay que cuestionar lo que nos parece normal
Como en Matrix, elegir qué realidad vivir fue romper ataduras con la vida hasta ese momento.

Cómo fue nuestro proceso

Para nosotros fue algo que tomamos como natural, algo que buscábamos desde que nos conocimos. Pero también fue largo y tedioso, porque las cosas no salen de la noche a la mañana. Algunas salen mal y hay replanteárselas. Es un proceso en el que se te presentan desafíos que requieren sacrificios.

Al momento de escribir estas líneas estamos promediando 2023 y nos encontramos en Pedasí, un pequeño pueblo panameño en las costas del Pacífico. Estamos en la casa de Dee y Jeff, una pareja estadounidense que nos eligió para cuidar su casa y de sus 2 gatos: Milo y Sam. Estaremos casi 2 meses, alternando trabajo con ocio, y las responsabilidades de la casa. Luego partiremos hacia la costa norte de República Dominicana, donde nos espera el cuidado de otra casa, con 2 perros. También nos quedaremos 2 meses haciendo nuestras rutinas para luego retornar a nuestro hogar en Argentina. En total estaremos 4 meses fuera de casa, viviendo como nómades digitales. Actualmente viajamos bastante haciendo house sitting , una forma de economía colaborativa que nos ayuda a ahorrar y seguir viajando.

El párrafo anterior resume en pocas líneas cómo es nuestra vida hoy. Pero para entender cómo llegamos a esa forma de vida, hay que retroceder un poco en el tiempo.

Comenzamos a viajar de forma continua siendo nómadas digitales en mayo de 2022, pero en realidad empezamos a trabajar 100% remoto a partir de marzo de 2020, cuando la realidad nos obligó a todos a trabajar desde casa. Ese fue el primer gran cambio, estrictamente necesario, que logramos mantener hasta el día de hoy.

Aunque la chispa que prendió la llama de vivir viajando surgió definitivamente en marzo de 2021, cuando tuve que trabajar durante un viaje de vacaciones que hicimos con Ale a la provincia de San Luis. Fue ahí en que decidimos enfocarnos en descubrir si podíamos viajar y trabajar al mismo tiempo. ¡Estábamos ansiosos por probarlo!

Para mediados de octubre de 2021 nos lanzamos al vacío cuando compramos los pasajes para viajar a Europa en mayo de 2022. Pasajes sólo de ida. ¡Nos surgían muchas inquietudes! ¿Qué itinerario haríamos? ¿Cuándo regresaríamos? ¡Ni idea! Era nuestra prueba piloto.

Cuando le contamos este plan a nuestras familias, abrieron los ojos bien grandes y se quedaron unos minutos desconcertados (algunos rieron pensando que era una broma). Nos preguntaron incrédulos sobre nuestros planes durante el tiempo que nos fuéramos. Tuvimos que explicar que no era una decisión impulsiva, y había sido meditada por largo tiempo. ¡Nuestros amigos se entusiasmaron y nos alentaron a hacerlo! El soporte emocional y el acompañamiento son muy importantes cuando tomas decisiones fuertes.  

El 2 de mayo de 2022 nos subimos a un avión y partimos rumbo a Madrid, casi 10 años después de nuestro primer viaje al viejo continente. Fue nuestra primera experiencia como nómades digitales, con todas las dudas y miedos que teníamos. Hoy podemos decir que… ¡Fue la mejor decisión que tomamos en nuestras vidas!

En resumen, los primeros pasos son los más difíciles. Hay que acomodar muchas cosas que nos pueden jugar en contra de los planes de viajar. Pero hay que poner las cosas en la balanza, porque este tipo de vida claramente no es para cualquiera. ¿Te animas a hacer una prueba? Considera hacernos las preguntas que quieras para sacarte tus dudas. Trataremos de responderte honestamente y ayudarte en tu proceso.

En futuras notas pensamos contarte nuestras experiencias trabajando en diferentes lugares utilizando una serie de plataformas que nos permiten abaratar muchísimo los gastos de viaje. ¿Qué es lo que más te gustaría que desarrollemos? Déjanos tus comentarios al final de la página.

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