Hoy vamos a hablar sobre un fenómeno que está ocurriendo en estos momentos mientras nos encontramos en Barcelona, España. Si te dijera que hay manifestaciones en las calles en contra del turismo, dirías que esto es un locura. O al menos es lo primero que pensé cuando me enteré de esto mientras estoy aquí.
Siendo argentino, me resulta contradictorio entender este reclamo, porque sería imposible pensar que algo parecido sucediese en mi país o en cualquiera de Latinoamérica. Es más, creo que la gente repudiaría este tipo de manifestaciones que van en contra del desarrollo económico de un lugar.
Pero… para entender un poco mejor el problema, tenemos que conocer y entender el contexto en que se dan las cosas. Primero repasemos qué está ocurriendo y luego veamos si todo esto tiene sentido.
Protestas por el Turismo en España
El turismo de masas ha desencadenado serios problemas en diversas ciudades de Europa, y España es uno de los países más afectados. Destinos populares como Barcelona, Mallorca y las Islas Canarias han visto cómo el número excesivo de visitantes está deteriorando la calidad de vida de los residentes, afectando el medio ambiente y encareciendo los precios de la vivienda.
En Barcelona, la ciudad más visitada de España, más de 150 organizaciones y movimientos sociales tomaron las calles para protestar contra el turismo excesivo, cerrando simbólicamente hoteles y terrazas como acto de protesta. Estas manifestaciones reflejan el descontento con la “turistificación” de la ciudad, que ha desplazado a los residentes y deteriorado su calidad de vida.
Mallorca también ha sido testigo de grandes protestas, con más de 10,000 personas manifestándose contra las consecuencias del turismo masivo. Los residentes exigen medidas más estrictas para regular el número de visitantes y proteger los recursos naturales de la isla, que se ven cada vez más amenazados.
En las Islas Canarias, las protestas se centran en la presión que el turismo ejerce sobre el mercado inmobiliario, lo que ha llevado a Podemos a proponer leyes que limiten el uso de inmuebles para fines turísticos. Esta iniciativa busca proteger el derecho a la vivienda y evitar que las islas se conviertan en un mero destino para turistas, a expensas de la población local.
¿Qué es el turismo de masas y por qué es tan dañino?
El turismo de masas, o “overtourism”, es un fenómeno que ha ganado notoriedad en los últimos años, especialmente en Europa, donde algunos destinos icónicos están lidiando con las consecuencias negativas de recibir a millones de visitantes cada año. Este problema no solo afecta a la infraestructura local, sino que también tiene un impacto significativo en la calidad de vida de los residentes, el medio ambiente y la sostenibilidad de las ciudades.
Al momento de escribir esta nota, hemos tenido la posibilidad de participar de la Fiesta Mayor de Gracia en Barcelona. Son varios días de festejos en las calles del barrio de Gracia con programas de lo más variados, desde desfiles temáticos y ferias, hasta conciertos.
Lo que ocurrió es que nos encontramos con un panorama bastante desorganizado, con el barrio literalmente tomado por la gente que deambulaba sin un rumbo fijo de aquí para allá, congestionando las estrechas calles. Por este motivo, hubo problemas entre las comisiones organizadoras y el ayuntamiento, dando como resultado la suspensión de al menos la mitad de los espectáculos programados. Una verdadera lástima dada la importancia de este evento.
Impacto del Turismo de Masas en Europa
El turismo de masas ha transformado muchas ciudades europeas en destinos turísticos globales, pero este crecimiento no ha estado exento de problemas. Ciudades como Venecia, Ámsterdam, Barcelona y Dubrovnik han experimentado un aumento exponencial en el número de turistas, lo que ha llevado a la saturación de espacios públicos, el incremento del costo de vida, y la pérdida de identidad cultural.
En Barcelona, el turismo representa una parte importante de la economía local, pero los residentes han comenzado a expresar su descontento con la invasión constante de turistas. Este fenómeno no solo genera ruido y congestión, sino que también desplaza a los habitantes locales debido al aumento de los precios inmobiliarios y la proliferación de alojamientos turísticos.
Propuestas para Mitigar la Situación
Echarle la culpa al turismo es quitar el foco del verdadero problema: la falta de políticas públicas que regulen estas actividades. Creo que el turismo es una parte importante de la economía de un país, por lo que establecer pautas claras de convivencia entre locales y visitantes, se transforma en algo estrictamente necesario para paliar la situación.
El problema es que no se están tomando medidas serias aún y eso provoca que la gente proteste activamente -y erróneamente- contra los turistas. Entre las propuestas para paliar los efectos del turismo de masas, se incluyen:
- Declarar la “emergencia de la vivienda” en zonas especialmente afectadas, como las Islas Baleares, para regular el precio del alquiler y limitar el número de inmuebles vacacionales.
- Imponer una moratoria de alquiler turístico y ofrecer garantías a los inquilinos y propietarios, además de ayudas para la rehabilitación de viviendas.
- Limitar la compra de propiedades por parte de inversores extranjeros y fondos de inversión, especialmente en territorios insulares como las Canarias y Baleares, para proteger el mercado inmobiliario local.
¿Qué pasa con este fenómeno y los nómadas digitales?
Como ya hablamos en la nota sobre el fenómeno de gentrificación, el nomadismo digital no es ajeno a estos problemas. Hay cosas que se solapan, como la contribución a la falta de viviendas o el aumento desmedido de precios que afecta seriamente a la calidad de vida de los locales.
¿Qué estamos haciendo nosotros al respecto?
Como nómadas digitales low cost que somos, nosotros tratamos de minimizar el impacto del turismo de masas y gentrificación. Aunque a veces es difícil, ya que inevitablemente uno se pone en modo “turista” para poder apreciar lo mismo que buscan todos.
Pero hay maneras de mitigar el impacto negativo y estas son algunas que consideramos al planificar un viaje:
1. Viajar a lugares no turísticos
El primer punto a considerar siendo nómadas digitales es si es factible configurar un viaje donde evitemos lugares que sean masivamente turísticos. Con esto evitaremos no solamente ser parte de efectos negativos que detallamos líneas arriba, sino que estaremos más tranquilos y cuidaremos el presupuesto. Hay miles de lugares hermosos por descubrir que no son necesariamente elegidos por los turistas. Esto es lo lindo de la vida nómada digital.
2. Viajar a lugares turísticos en temporada baja
Si nuestra elección es ir a un lugar turístico, lo mejor es ir en temporada baja. Esta es la mejor forma de equilibrar el impacto del turismo de masas, ya que habrá menos gente, habrá más alojamientos para elegir y los precios serán más económicos. El problema es que a veces la temporada baja de un lugar coincide con condiciones climáticas desfavorables que desalientan viajar, pero al menos hay que considerarlo.
3. Buscar zonas menos turísticas
Si igualmente planificamos ir a un lugar turístico y en temporada alta, lo mejor es buscar alojarse en zonas aledañas con menor incidencia de las masas de viajeros. Por ejemplo, nosotros ahora estamos en Barcelona, pero en vez de alojarnos en pleno bullicio (centro y playas), elegimos un barrio tranquilo en la periferia. Realmente estamos cómodos y los precios son más bajos que en la parte turística.
4. Evitar alojamientos para turistas
El problema de los hostels, hoteles y Airbnb es que están pensados para el turismo. Y otra vez, el turismo suele concentrar mucha gente y los precios son desorbitantes. Nosotros tratamos de utilizar tipos de alojamiento pensados para estadías largas donde nos alojemos preferentemente en casas o departamentos cómodos para poder llevar un vida como locales. Esto no solamente es más económico, sino que evitamos la tentación del consumo masivo y concentración de los gastos. Comprar en tiendas de barrio y ferias locales es mejor para contribuir a la economía de un lugar.
En conclusión, el turismo de masas es un reto que requiere un enfoque equilibrado y sostenible. Aunque el turismo es un motor económico clave, es fundamental implementar políticas que protejan a las comunidades locales y preserven el patrimonio cultural y natural para las futuras generaciones. Las recientes protestas en Barcelona, Mallorca y Canarias subrayan la urgencia de encontrar soluciones que equilibren el desarrollo turístico con la calidad de vida de los residentes.
Y tú ¿Qué piensas sobre lo que está ocurriendo con el turismo? Deja tus comentarios debajo.